lunes, 13 de mayo de 2019

Con Cambiemos, siempre... mañana será peor

Con Cambiemos, siempre... mañana será peor


Por Lic. Guillermo Moreno, Lic. Norberto Itzcovich, Dr. Claudio Comari, Mg. Oscar Carreras

La economía se desliza imparable por el abismo generado por el gobierno nacional, sin piso y, por lo tanto, sin final a la vista.

Asimismo, la gestión gubernamental se ha reducido a las decisiones del Banco Central de la República Argentina ( BCRA), y los anuncios insustanciales como los de "precios esenciales" y el "acuerdo de los 10 puntos".

La alianza Cambiemos ha desarrollado su administración bajo la condición del cumplimiento estricto de dos premisas:

la de la "huir hacia adelante", como en los ejemplos de "los brotes verdes", "la desinflación", "la lluvia de inversiones", "el segundo semestre", "lo peor ya pasó" y el "boom exportador", entre otras célebres zonceras, y
la de transformar lo que está mal en algo aún peor, como en los frecuentes cambios de rumbo que impone a sus iniciativas económicas.
En las últimas semanas, el Gobierno ratificó sus rutinas.

Con la urgencia del caso, volvió a subir (a niveles récord) las tasas de interés de los pasivos remunerados del BCRA y consiguió, en apariencia1, la venia del Fondo Monetario Internacional ( FMI) para la utilización de las reservas en moneda extranjera permitiendo la dolarización de las carteras de inversión que están en pesos, en su última e insólita aventura.

Así, por una parte, se profundiza la recesión mientras que, por la otra, se dilapidan (nuevamente) los escasos fondos disponibles para enfrentar los vencimientos de deuda soberana en moneda dura, acercando la posibilidad de su default.

Veremos por qué así se agravan los fundamentos de la Supercrisis en curso y se aceleran, en lugar de extenderse, los plazos de su resolución disruptiva.

La práctica supera a la teoría; la realidad se impone a la voluntad


No faltan quienes festejan el entierro de las "zonas de no intervención cambiaria". Algunos, los menos, motivados en la coincidencia de diagnóstico con la alianza gobernante y otros, los más, por conveniencias inmediatas.

Entre los primeros, prima la incomprensión de la naturaleza del proceso en curso, confundiendo el origen del problema, pensando que es financiero y no económico.

En el mundo empresarial, si la operación permanente del negocio -los ingresos totales (IT) menos los gastos totales (GT)- es perdidosa, la índole del brete es económica y su derivación inevitable será la quiebra2. En cambio, ellas tienen dificultades financieras cuando, pese a tener IT superiores a sus GT, los plazos de vencimiento de las obligaciones se cumplen antes del de los IT, y no cuentan con capital de trabajo (propio o prestado) para sostenerlo en el tiempo.

Como sabemos por nuestro ejercicio profesional, las malas decisiones financieras pueden hacer colapsar a una compañía, pero las buenas no alcanzan para solucionar los problemas cuando su carácter es económico.

La utilización del "poder de fuego" de las reservas del BCRA, no sólo deja sin resolver el supuesto "problema financiero" de la Argentina, sino que profundiza su estructuralidad económica, dada por la configuración deficitaria de las cuentas públicas y el defecto de divisas para la atención del sector externo.

La profundización del "torniquete monetario", sumado a la espiralización de la tasa de interés (que se difunde hacia toda la economía y agrava el crowding out -desplazamiento-del sector público sobre el privado), no hacen más que agudizar la recesión.

Así se amplifica el Déficit Fiscal Total, por:

el cuasifiscal, que genera el BCRA con las exorbitantes tasas de interés que debe pagar, y
el del Tesoro Nacional, por la diferencia entre sus ingresos (al caer la recaudación por el derrumbe de la actividad) y sus gastos.
El otro vector de la Supercrisis, el déficit del sector externo, también se engrosa bajo el nuevo enfoque del BCRA, al compás de la revaluación del peso y la pérdida de competitividad del tipo de cambio que impactará en la Balanza Comercial limitando, aún más, la capacidad exportadora de nuestras empresas y facilitará el acceso de bienes y servicios provistos por competidores extranjeros, y que también se expresará en el resto de los componentes de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos.

En cuanto al segundo grupo de celebrantes, también selecto, son quienes tendrán la oportunidad de realizar las ganancias prometidas por el carry trade, a partir de minimizar los costos a los que se dolarizan las carteras.

El seguro drenaje de las reservas en moneda extranjera, magnifica los desafíos que deberá enfrentar el gobierno que suceda a la efímera pesadilla que significó el de Cambiemos.

¿Hay reservas de libre disponibilidad?



Como se deduce de todo lo antedicho, los problemas que la Argentina atraviesa son de orden económico, y las medidas adoptadas, no alcanzan siquiera para resolver los de naturaleza financiera ya que, en realidad, sólo se dilapidarán las reservas internacionales que, en rigor, hoy existen según el criterio de caja, pero resultan negativas bajo el de devengado.

Es que, a diferencia de la deuda contraída en los mercados voluntarios de préstamo, que está sujeta (en condiciones ideales) a renovación indefinida, la que se tomó con el FMI: no3.

Asimismo, es dable resaltar que no se ajusta al criterio del "buen hombre de negocios" (en este caso, de "buen administrador"), utilizarla para fines distintos del que motivara su otorgamiento.

De modo que, en el cálculo de las reservas, es incorrecto considerar como si fueran de libre disponibilidad los fondos provenientes del acuerdo Stand By.

No sólo corresponde deducir de las reservas internacionales informadas por el BCRA (en el orden de los U$S 70.000 millones), las transferencias realizadas por el FMI (circa U$S 39.000 millones), sino también los aproximadamente U$S 20.000 millones que representan los acuerdos Swap con China y los empréstitos del Banco de Pagos Internacionales (BPI-Basilea), así como unos U$S 15.000 millones de encajes de depósitos del público en moneda extranjera.

Pero además es necesario considerar que, en un límite que es imposible traspasar, el funcionamiento económico de nuestro país requiere una cobertura en dólares en efectivo de U$S 6.000 millones, equivalente de (al menos) un mes y medio de importaciones.

Queda claro que si a las cifras informadas por el BCRA se le sustrae la sumatoria de todos estos ítems, el resultado es negativo en unos U$S 10.000 millones.

Responsables


La negligente conducta de los funcionarios gubernamentales no los exime de la responsabilidad de haber conducido a la Argentina a la crisis sistémica más profunda de su historia. Como caracterizáramos un año atrás, el país " se enfrenta a un escenario en el que convergen los desequilibrios fiscales del 89 con los del sector externo de 2001, por lo que ambos fenómenos se potencian mutuamente generando las condiciones de Supercrisis".

En aquellos momentos de disrupción, los comunes denominadores fueron tanto su origen económico, como su posterior encausamiento hacia la solución desde lo político.

El gobierno de Raúl Alfonsín culminó con el adelantamiento del traspaso del mandato a su sucesor, Carlos Menem. La legitimidad obtenida por éste en las elecciones presidenciales posibilitó mantener el ordenamiento institucional, poniendo coto a la caótica situación, aun cuando las condiciones económicas permanecían lejos de estabilizarse.

También jugó un papel fundamental el vector institucional en la contención de la crisis del estallido del 2001, ya que, si bien no se había elegido el sucesor de Fernando de la Rúa, Eduardo Duhalde acababa de obtener una resonante victoria en las elecciones para Senador Nacional en la provincia de Buenos Aires, lo que lo consagró como un primus inter pares al interior de la dirigencia justicialista, fungiendo como determinante para su designación por la Asamblea Legislativa para cumplimentar el mandato presidencial.

Para el conjunto de las fuerzas políticas, queda la responsabilidad de proporcionar una alternativa capaz de ponerle un límite al derrumbe de la economía y devolver a sus cauces normales de funcionamiento al aparato productivo.

Sobre los hombros de esta dirigencia se encaraman las esperanzas de que nuestra Patria eluda la anomia a la que la empuja la alianza Cambiemos.

1- En rigor, se desconoce el contenido y los alcances de lo acordado al respecto, no precisados en los comunicados oficiales de las partes. El rol del FMI, en este escenario, amerita una consideración extra. Es que, si resulta cierto que, contradiciendo su estatuto (e incluso sus más recientes posicionamientos), ha autorizado el uso de los fondos girados en préstamo para el financiamiento de la formación de activos externos, también violenta el espíritu de su creación, comprometiendo su misión y su futuro.

2-Siempre que los ingresos totales sean inferiores a los costos/gastos totales, aun cuando que se cobre lo facturado antes de abonar las salidas devengadas y se genere una situación ficticia de liquidez (producto del manejo financiero, en una especie de esquema Ponzi), el resultado será el quebranto. 3-Si bien se pueden prolongar los plazos de pagos.

*MM y Asociados

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