lunes, 14 de octubre de 2019

¿Hay más empleos?

¿Hay más empleos?


Por Lic. Guillermo Moreno, Dr. Claudio Comari, Lic. Norberto Itzcovich

La reciente publicación del INDEC1 sobre la tasa de desocupación del 2° trimestre del año, que alcanzara el 10,6% de la Población Económicamente Activa (+0,5 p.p.2 respecto al primer trimestre y +1 p.p. respecto al año anterior), se alineó con la expectativa de suba y fue aceptada por la mayoría de las consultoras e institutos de investigación que monitorean regularmente el mercado de trabajo, aunque otras estimaciones privadas se sitúan en, al menos, alrededor de 1,5 p.p. por encima de la cifra oficial.

En el reporte elaborado por el organismo oficial de estadísticas- 3 se advierte un significativo crecimiento de la Tasa de Activida4 , que pasa del 46,4% en el segundo trimestre de 2018 al 47,7% para idéntico período de 2019. Pero, lo que constituye un dato verdaderamente llamativo, es el simultáneo crecimiento de la Tasa de Empleo5 , que sube -entre los mismos períodos- desde el 41,9% hasta el 42,6%, ya que la cantidad de ocupados pasó desde alrededor de 11.642.000 a 12.073.000 en la muestra de los 31 aglomerados.

En el examen de las posibles fuentes de discrepancias, encontramos que en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, desde principios de 2018 a la fecha, se observa un persistente incremento de las personas ocupadas, que contradice la tendencia exhibida por las demás fuentes oficiales6 .

El dato también colisiona con la histórica correlación existente con los restantes indicadores económicos: niveles de actividad (sectoriales y agregados), el uso de la capacidad instalada o la recaudación tributaria y de la seguridad social, entre otros.

Como señalan los sucesivos informes mensuales del Ministerio de Producción y Trabajo, el empleo registrado muestra una sistemática caída desde diciembre de 2017 (274.000 trabajadores menos hasta junio de 2019) según el Reporte de Trabajo Registrado (RTRMTyP), variación consistente con la recesión creciente que se observa desde aquel momento.

En el gráfico sobre la Población ocupada, se pueden apreciar con claridad las diferentes tendencias. (ver gráfico 1)

La única hipótesis que podría conciliar las evoluciones contrapuestas sería: “el empleo no registrado experimentó, en la totalidad del país, un crecimiento superlativo”.

Ahora bien, ese aumento debió tener una magnitud tal que:


  • compensó las 274.000 pérdidas verificadas en el empleo formal,
  • incorporó el crecimiento vegetativo de la población ocupada, que son más de 450.000 nuevos oferentes,
  • y creó los puestos de trabajo para más de 306.000 personas, que explicarían el diferencial ascendente ya mencionado en la Tasa de empleo entre los períodos examinados.

En resumen y bajo esa hipótesis, el empleo informal en la Argentina fue capaz de generar -según el INDEC- a lo largo del año y medio examinado, ocupaciones para más de 1.030.000 personas.

Este es un razonamiento ridículo, tanto por el comportamiento histórico del mercado de trabajo como por el contexto macroeconómico.

La evidencia empírica

Abundando en la explicación, tampoco ha variado significativamente la proporción de asalariados no registrados en la EPH, ni la tasa de asalarización.

Por las características de ambos relevamientos (EPH y RTR) no es posible comparar las dinámicas de los trabajadores informales (ausentes del relevamiento del MPyT), pero sí se puede cotejar lo sucedido entre los asalariados formalizados, contabilizados en ambas fuentes.

Para ello se comparan, en el último mes de cada trimestre, los comportamientos de la sumatoria de Asalariados Privados, Públicos y de Casas Particulares del informe RTR-MPyT, con las estimaciones trimestrales de Asalariados con descuento jubilatorio de la EPH del INDEC. Sorprendentemente, los primeros decrecen sistemáticamente desde finales de 2017, mientras que los segundos muestran una marcada trayectoria alcista desde el segundo trimestre de 2018 en adelante.

Lo mismo sucede cuando se realiza la comparación con la información que provee la AFIP respecto de los aportantes al SIPA7 , en su Boletín Anual de la Seguridad Social (BASS).

En este caso, el cotejo se establece con los Cotizantes dependientes y los mixtos enumerados por la autoridad tributaria. Aun cuando este registro está basado en lo abonado por los empleadores, y por tanto sometido a oscilaciones en plazos cortos, representa adecuadamente las dinámicas en períodos más largos, mostrando una tendencia nítidamente decreciente.

Dado que estas dos comparaciones finalmente arrojan las mismas tendencias contrapuestas que observáramos en las poblaciones de referencia completas, queda empíricamente falsada la hipótesis considerada. (ver gráfico 2)

Al observar las pendientes de las líneas de tendencia en este último gráfico (punteadas), no quedan dudas que estas mediciones del INDEC no están reflejando adecuadamente lo que sucede en el mercado de trabajo. Según la encuesta oficial, se estaría produciendo una absurda situación en la que, en medio de la Supercrisis, el desplome de la actividad económica habría tenido la virtud de crear más de un millón de empleos, parte de ellos formales.8

Gobernar es crear trabajo

Si la próxima administración aspira a darle centralidad al cumplimiento de esta máxima, deberá, entre otras cosas, revisar el conjunto de cifras descriptivas, a fin de darle la consistencia necesaria (entre las estadísticas y la realidad), hoy ausente.

Ante el examen presentado, cobran mayor validez nuestras estimaciones9 , que situaban a la Tasa de Desocupación en el entorno del 12,5% para mediados de este año.

A su vez, los acontecimientos disruptivos manifestados a partir de agosto han acelerado la dinámica destructiva en el mercado laboral, proceso especialmente centrado en el sector privado de la economía, por lo que probablemente se superará el 15% de desempleo antes que finalice el año.

Hacia el futuro, y sin lugar a duda, el comportamiento del mercado de trabajo estará signado en su totalidad por lo que suceda en el ámbito de las empresas, cuya recuperación y posterior crecimiento, requiere que se le garantice la hegemonía en un dinámico mercado interno y una adecuada inserción en el internacional, únicas condiciones que posibilitarán transitar hacia el pleno empleo.

1- Instituto Nacional de Estadística y Censos.

2- p.p.= puntos porcentuales.

3- “Mercado de trabajo. Tasas e indicadores socioeconómicos (EPH)”. Segundo trimestre de 2019. Informes Técnicos/vol. 3 n° 174. INDEC

4- Ratio entre la sumatoria de personas ocupadas y desocupadas sobre la población total de referencia, en este caso, los 31 aglomerados urbanos de la EPH.

5- Proporción de personas ocupadas sobre la población total de referencia.

6- Hemos señalado en otras oportunidades (“La reforma laboral y su contexto”. BAE Negocios., 6/11/17) los diferentes niveles de cobertura que tienen las principales fuentes estadísticas oficiales que describen el comportamiento del mercado laboral, así como también las incomprensibles discrepancias entre ellas y los injustificados retrasos en la publicación de información. Por un lado, las cifras derivadas de los registros administrativos conllevan serias limitaciones. En primer lugar, la de la ausencia de cobertura del trabajo no registrado, de amplia incidencia y, en segundo término, la de la inconsistencia entre las estadísticas de las distintas bases de datos. Por otra parte, los relevamientos sistemáticos del INDEC, que sí contabilizan el trabajo no registrado, en la actualidad sólo alcanzan a 31 grandes aglomeraciones urbanas (Encuesta Permanente de Hogares-EPH), excluyendo tanto al resto de la población urbana como a la totalidad de la población rural. Sin embargo, en términos generales, las dinámicas observadas en las distintas fuentes han mostrado, hasta ahora, similares tendencias, aunque los niveles (cantidades) de las respectivas poblaciones de referencia fueran diferentes.

7- SIPA: Sistema Integrado Previsional Argentino.

8- Los desvíos derivados de las mediciones estadísticas forman parte de la propia naturaleza de la disciplina, pero, de acuerdo con la teoría del muestreo, los errores (muestrales y no muestrales) se distribuyen aleatoriamente, por lo cual, a lo largo de una serie, su tendencia es correctamente determinada ya que las sobrestimaciones son compensadas por subestimaciones equivalentes (o viceversa). En este caso particular, no sólo se evidencia que los desvíos ocurren sistemáticamente en el mismo sentido, constituyendo un sesgo, sino que sus magnitudes son crecientes.

9- “Gobernar es crear trabajo”. BAE Negocios. 1/7/19.


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