lunes, 17 de septiembre de 2018

Encarrilar a los gemelos

Encarrilar a los gemelos


Por Lic. Guillermo Moreno*

Lic. Norberto Itzcovich*

Dr. Claudio Comari*

Ante la certeza de que el actual esquema económico encontrará "solución de continuidad" a su inconsistencia intrínseca, se impone ya la discusión sobre los consensos necesarios para el reemplazo de tal diseño.

Decíamos, allá por agosto de 20171: "en el mientras tanto, el endeudamiento en moneda extranjera ha permitido no sólo proveer a la economía de los dólares necesarios, sino también financiar simultáneamente el cuantioso déficit fiscal. Sin embargo, este mecanismo no puede ser eterno: tarde o temprano habrá escasez de prestamistas".

Efectivamente, hacia el fin del primer semestre de este año, el crédito privado externo se agotó, debiéndose recurrir al financista de última instancia, el Fondo Monetario Internacional ( FMI).

Pero, el aporte del FMI fue, como oportunamente señalamos2, extemporáneo e insuficiente, no en términos de montos, sino en cuanto a su pertinencia, mientras que, al mismo tiempo, también resultaba dudosa su viabilidad.

Por ello, no fue sorpresa que los funcionarios, antes de cumplirse tres meses desde el primer desembolso tuvieran que viajar a Washington para intentar reformular los términos del acuerdo.

Y en eso aún están


Ahora bien, en el marco de esa renegociación, no podemos dejar de señalar que, si el FMI decidiera adelantar al año entrante el desembolso del saldo de los fondos previstos en el préstamo Stand by, para auxiliar al actual gobierno, dejará al que surja de las próximas elecciones presidenciales en una situación de extrema fragilidad.

Dado que, como es fácil prever, si durante el período 2019/20:

persisten los déficits gemelos (fiscal y externo) y,

los mercados internacionales de crédito permanecen cerrados,
la concentración de la totalidad de los desembolsos en el próximo año no dejará para el subsiguiente otra posibilidad que realizar una reducción brutal del Déficit Fiscal Total (DFT)3, por incremento de ingresos y/o disminución de gastos, así como incumplir parcialmente los compromisos de la deuda.
Sintetizando, el FMI debe tener bien en claro que sus obligaciones son para con el país, y no hacia un determinado gobierno, por lo que no puede ser partícipe de un accionar dirigido a "vestir un santo desvistiendo otro".

Los gemelos malcriados


Durante el cuatrimestre en curso, el funcionamiento de la economía, aún con su notable deterioro, necesita aproximadamente U$S 32.300 millones4, que menguarán las reservas del BCRA.

De estas, como aclaramos oportunamente5, alrededor de U$S 11.000 millones pertenecen a encajes de los depósitos en moneda extranjera de los particulares; otros U$S 12.000 millones corresponden al pase de monedas acordado con la República Popular China (Swap), el cual requiere de una negociación previa a su posible conversión a dólares; y por último, es impensable que las reservas queden en cero, dado que, por lo menos, siempre debe preservarse un monto equivalente a un mes y medio de importaciones (alrededor de U$S 9.000 millones) por si fuera necesario, en el límite, pagarlas al contado.

Como puede deducirse, el estrés que se ejerce sobre la cuenta "Variación de Reservas de la Balanza de Pagos" alcanza la desmesura.

Por su lado, DFT se mantiene en el entorno del 11% del PIB, ya que el programa que recientemente presentara el gobierno para la reducción de esa brecha, sobre la base de disminuir los gastos y aumentar los ingresos estatales, no está "bien planeado":

por el lado de los egresos, se estima obtener un ahorro fiscal de U$S 6.000 millones, pero ese cálculo fue realizado en base a una sobrevaluación del PIB o una subvaluación del tipo de cambio.
en cuanto a los ingresos, debería computarse el deterioro en la recaudación que oportunamente anticipáramos, devenido del derrumbe de la actividad económica, que impactará negativamente en las arcas públicas, a pesar de las mejoras esperadas por la reciente imposición de las retencionesvi a todas las actividades exportadoras.
No hay duda de que el actual oficialismo, como "padre, tutor o encargado" de los actuales "gemelos", debe hacerse responsable por su desastrosa conducta.

Sentido común para educar a los gemelos


Hacia el fin de 2018, la deuda externa pública y privada argentina alcanzará los U$S 435 mil millones, estableciendo un piso de servicios en torno a los U$S 20 mil millones. Consecuentemente, en el mediano plazo, será necesario un superávit de esa magnitud en el resto de los componentes que integran la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, sólo para mantener la deuda constante, o bien asumir la inestabilidad cambiaria derivada del defecto de la oferta de dólares.

En este marco de déficits gemelos (externo y fiscal), urge discutir un entorno de política económica que posibilite su solución.

En este sentido, la situación externa tendrá una rápida mejora mediante la implementación de una política de Administración del Comercio Exterior (ACE), al permitir complementar la determinación del tipo de cambio. Esto es posible dada la instauración del Nuevo Orden Internacional (NOI) y la concomitante debacle de la OMC, que abrieron una ventana de oportunidad que amplía el arsenal de instrumentos económicos para la búsqueda de competitividad sistémica (la recuperación económica posterior al derrumbe de la convertibilidad fue precedida por una drástica devaluación, que llegó a alcanzar el 300%, de la moneda nacional. En la actualidad, nuestras estimaciones indican que el nivel del tipo de cambio -de agosto de 2018- equivale a 1,79 del vigente en el año 2001).

La adecuada ACE entonces, se convierte en un poderoso instrumento para lograr un superávit comercial que permita honrar todos los compromisos internacionales.

Complementariamente, la reactivación del mercado interno que devendrá de volver a colocar el precio de los alimentos en una relación justa y razonable con los ingresos populares (salarios, jubilaciones y pensiones), así como el de la energía, estimulando la competitividad y rentabilidad empresarial, todo ello en un entorno de acuerdo sistémico entre el trabajo y el capital, permitirá recuperar los ingresos tributarios, de tal manera que las cuentas fiscales tiendan rápidamente al equilibrio.

Estas políticas, aplicadas en un marco "doctrinario de amor y paz", permitirán, sin "azotes ni castigos", "reeducar a los gemelos en la virtud".

1 BAE Negocios, "Consistencia macroeconómica con estancamiento”.

2 BAE Negocios, 18/6/18: “Demasiado tarde para lágrimas”.

3 DFT = Déficit de la Nación, que computa no sólo el déficit fiscal primario (como lo publicita el gobierno) sino también el pago de los intereses de la deuda externa. Además, incluye el rojo de las provincias y los municipios, más el déficit cuasifiscal originado en el BCRA.

4 El monto surge de sumar U$S 8.300 millones, proporcional a un tercio del déficit anual de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, más U$S 12.000 millones por la dolarización de las carteras de las empresas y familias a partir de la caída de la demanda de dinero, y otros U$S 12.000 millones por la amortización del capital de los créditos tomados, que los prestamistas extranjeros no renovarán.

5 BAE Negocios, 3/9/2018: “Donde hay un dólar viejo Gómez”, aquí con cifras actualizadas.

6 Al respecto, cabe acotar que su implementación es pésima, al establecerse topes superiores de sumas fijas en pesos. El absurdo de que proporcionalmente se pague más cuando el dólar pierde competitividad (o viceversa) se complementa con el “hallazgo” de que los incrementos de la inflación y/o del tipo de cambio, licúan dichos ingresos.

*MM y asociados


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